Si bien soy un abogado relativamente joven, he estado involucrado con la ley de inmigración y la preparación de casos desde 2015, cuando hice mi primera pasantía aquí en BKR. Desde entonces, me he ofrecido como voluntario en Indiana Legal Services y El Otro Lado, fui externo para la Corte Suprema de Indiana y la Biblioteca Estatal, y trabajé durante dos años como asistente legal con Flora Legal Group, especializándome en casos de inmigración basados ​​en la familia.

Antes de la facultad de derecho, trabajé como periodista en la universidad y para The Herald-Times en Bloomington, Indiana. La persistencia, la curiosidad y la atención a los detalles inherentes al trabajo periodístico se transfieren maravillosamente al derecho, donde me encuentro naturalmente dedicado a dar seguimiento a los casos de mis clientes, obtener respuestas de las agencias de inmigración, preparar solicitudes de calidad, y brindar una buena experiencia al cliente. Si no sé la respuesta a su pregunta, se la diré honestamente e investigaré hasta encontrar la respuesta.

Fuera del trabajo, paso el mayor tiempo posible con mi esposo y hijas. Disfruto del ejercicio, la música, los viajes, el servicio religioso, y un buen libro. Hoosier de toda la vida excepto por 18 meses en Guatemala, he vivido en Bloomington, Muncie e Indianápolis, y ahora llamo hogar a Terre Haute.

Aunque el sistema de inmigración se basa en formularios, papeleo, y burocracia, es el camino hacia una vida mejor, más rica y más plena para tantos clientes. Mientras te ayudo a recorrer ese camino, nunca olvido cuánto te importa a ti, a tu familia y a tu futuro. Es un privilegio servirles de esta manera.

Aunque he viajado a otros seis países (¡y contando!), he pasado la mayor parte del tiempo en Guatemala. Como misionera voluntaria de tiempo completo para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, viví y trabajé entre los chapines, hablando español el 95 % del tiempo. Más allá de enseñarme a lavar mi ropa en una pila, pedir un tuc tuc y hacer tortillas, esos 18 meses me abrieron los ojos a las realidades de vida que enfrentan muchos inmigrantes latinoamericanos. Creció mi compasión y comprensión por los inmigrantes. La fe sigue siendo una parte importante de mi vida, al igual que las cosas que aprendí en Guatemala hace tantos años.